Él era la pizca de sal que daba sabor a mis días. Reflexión 4/11
Él era la pizca de sal que daba sabor a mis días,el picante que me hacía arder, el sobre de azúcar que necesitaba mi café cada mañana, el perejil de mis comidas favoritas.
Pero eso era...y ahora... ya no es.
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