El amor nunca es jactancioso o engreído, nunca es grosero o egoísta, nunca se ofende ni es resentido.
El amor no haya placer en los pecados de los demás y se deleita en la verdad.
Me gusta cuando tus labios rozan mi felicidad y mis caricias llegan a tu amor, cuando el cielo se refleja en tu mirada y me acunas en tu regazo de placer… me gusta cuando me amas.
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